CELESTE comienza en el macrocosmos; en este planeta CELESTE que es nuestro; de todos sin distinción. CELESTE es una expresión de las posibilidades infinitas que tenemos como individuos conscientes de nuestro lugar bajo el MANTO CELESTE; manto que envuelve todo: el planeta y la humanidad; a cada uno de nuestros microcosmos; centellas de cielo; que todos llevamos dentro; ese cielo que nos cuida y protege a todos por igual. 

Todo lo que hacemos es un reflejo de quienes somos. Las elecciones que tomamos hoy evocan nuestro pasado, se basan en él y lo proyectan hacia el futuro, formándolo. Esa es nuestra historia. Cada acción es una parte indeleble de nuestra huella en el mundo; del impacto que queremos generar a nuestro paso. Cada decisión es el inicio de una revolución, es así como evolucionamos; siendo conscientes de que todo lo que hacemos repercute en nuestro entorno.    

Somos evolución. Somos revolución.

CELESTE abarca todos los sentidos en los que podemos cuidar, pues cuidar es incluir; es respetar nuestra diversidad e individualidad.

Nuestra piel es el órgano más grande que tenemos. Es un sistema de inteligencia que conecta el afuera con el adentro. Lo sensorial con el mundo material. La piel organiza mensajes que se transmiten a todo el cuerpo y a cada órgano. CELESTE también comienza en el contacto con la piel; con el mensaje que transmiten nuestras prendas al caminar; un mensaje que es doble, pues va hacia dentro y hacia fuera.

CELESTE es una afirmación de ideas sobre quiénes somos, y hacia dónde queremos llegar como humanidad.

Nuestra ropa es el comienzo de una revolución.